P.S I Love You

Filed under: by: Ruben

En primera instancia, Posdata te amo de Richard LaGravenese (guionista de Pescador de Ilusiones) es un drama con chispazos de comedia que aborda el duelo de la pérdida de un ser amado y la forma de volver a empezar con una nueva vida al haberla superado. En un intento por desdramatizar la situación y los golpes bajos, el director procura agregarle dosis de ternura y emoción a una temática de por sí angustiante. Y ese intento de desdramatización se puede apreciar en la forma en que los personajes se despiden de Gerry (Gerard Butler) en un bar, junto a la urna donde están depositadas sus cenizas. Esa urna será transportada luego a la casa donde el recientemente fallecido convivía con el amor de su vida, la compungida Holly (Hilary Swank), quien no encuentra el rumbo tras la pérdida del único ser que la guiaba.

A modo de refuerzo de la ausencia de Gerry, el realizador emplea los flashbacks que describen los primeros momentos del enamoramiento, como así también la futura dependencia entre los amantes. Ni las amigas (Gina Gerson, Lisa Kudrow) ni su madre (Kathy Bates) podrán convencer a Holly de abandonar por fin el recuerdo de su esposo. Pero lo que en un principio actuaría como un refuerzo de esa situación a partir de una serie de cartas (que él le dejó antes de morir), en realidad se transformará en una ayuda espiritual para que Holly pueda decirle adiós para siempre. Cada carta será el corolario de una instancia que acerque a Holly a esas cosas que fue dejando postergadas y no casualmente coinciden con una estación del año, como símbolo del florecimiento de una nueva vida. Así, a la espera de una nueva misiva la protagonista comienza a desandar un camino y a transitar otro que culminará (como no podía ser de otra manera) con un viaje al lugar donde empezó todo.

LaGravenese compensa su predecible itinerario de la transformación del duelo en una historia que acierta cuando surgen diálogos interesantes y reflexivos, aunque decae al mismo tiempo cuando la impronta aleccionadora lo acapara todo. Ya en Pescador de ilusiones nos hablaba del dolor que no se puede reparar, aún si tuviéramos en nuestras manos el santo grial, pero siempre con la chance del viaje iniciático o transformador para sobrellevar la tragedia.

Gerard Butler aporta su carisma a un personaje que con el transcurso de la historia genera emociones. No así los desmedidos arrebatos emocionales de Swank, quien parece haber entendido otra historia cuando expresa siempre de la misma manera su dolor. El resto del elenco cumple, como así también la dirección de LaGravenese pese a sus estereotipos evitables de los cuales no puede deshacerse, como le ocurre a Holly con la presencia/ausencia del amor que un día tuvo que partir.

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